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domingo, 28 de noviembre de 2010

Duele

Todos los días me quedo fuera, al frío del amanecer gallego, a esperarle. Creo que nisiqueira me vé cuando paso.

Todos los días lo persigo y paso delante suya, que me mire cuanto menos. Creo que nisiquiera sabe que existo.

Todos los días me quedo mirandole (...) Millones de escalofríos me recorren todo el cuerpo. Me cuelgo de su ser, puedo sentir como lo necesito como el agua o el aire.
Nisiquiera he hablado con él... Pocas veces, y las veces que lo he hecho ha sido borde y ... y tan magníficamente cínico (...) Tanto que hace meses que lo conozco, y hace meses que, por razones que desconozco, no puedo evitar sentir eso por él.

Duele. Duele verle, duele que nisiquiera me mire, duele saber que no soy yo (...) Duele saber que sería imposible. Duele que me silven, y que me suelten todo tipo de obscenidades por la calle y él nisiquiera se pare a observarme. Duele no poderle doler. Duele dolerle a los demás chicos por eso, y sin embargo no poderles decir que sí por... por él.

Cada día me sorprende más. Y me sorprendo a mí misma. ¿Por que? ¿Por que no me lo quito de la cabeza? ¿Por que sufro si nisiquiera lo conozco? Y lo peor es que sé que no es como creo, que es un chulo, un fantasma, pero no como los demás.

Y cuando habla... Habla no para mí, pero habla. Me fluyo en sus palabras, que pierden sentido, que no llevan razón, que no tienen significado en mi mundo, que está en sus ojos negros. Y me pierdo. Y sólo sus amigos me dicen todo eso que me dicen los demás chicos. Justo él. ¡JUSTO ÉL PASA DE MÍ!. Justo y solo. Sola como estoy, sola porque quiero y sola porque lo quiero a él.

Os puedo asegurar que su cara es el más bello poema que jamás se ha escrito. Sólo Michael con sus palabras, o Bob con su guitarra podrían describirlo. Sólo yo, que solo yo lo entiendo podría describirlo. Y sin embargo, cuando me planto cerca de él, no soy capaz de entonar una sola palabra. Y cuando pasa por mí lado me late el corazón más y más rápido, y susurro por lo bajo un juramento de amor que nunca escucha. Y el momento que su cuerpo y el mío están en la misma línea, aunque sea a kilómetros, yo sé que está allí, en alguna parte, sin conocer mi nombre.

Y cuando me dijo que su vida iba a ser el Rock, yo pensé "Y tú la mía" (...) mi vida que ya no tiene en absoluto sentido... Que se me amontona todo.... Una vez pasó por mi lado, en un momento que yo ....que yo no estaba bien, mas deprimida de lo normal. Casi caían lágrimas por mis ojos cuando lo ví, lárimas secas... Y me quedé allí, ignorando todo lo demás... "Por lo menos podrías quedarte tú (...)" Es que ya no me importa lo restante, sólo él.

Hoy, lo he visto charla amistosamete con ella (...) Y cuando me he dado cuanta me ha dado un bacío tan inmenso que no lo he sabido controlar, hasta el punto de ponerme tan, tan pálida que no he podido seguir con las clases. Las clases en las que hace tiempo que no soy yo, que no estoy, que no (...) Que no, en definitiva. Y ni todas las tilas que quieran me lo podrán quitar de la cabeza. Ni sus desplantes, ni su incapacidad para mirarme a los ojos, no, ni todo el oro del mundo se puede comparar a sus sonrisa....

Y sólo salen bobadas de mi cabeza, tonterías de mis labios, que hasta me olvido de Ariel, y de Keith cuando estoy con él.

Él y su guitarra... acabarán por matarme.

1 comentario:

  1. Soy una loca de Adolfo Becquer!! xDDD
    Me encanta como escribes...es como un poema de Alberti sobre el mar o uno de Machado sobre su pueblo....hay tantos pero a la vez tan pocos!!xD
    Conozco esa sensacion.....la conozco demasiado

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